Cómo perder peso sin que aparezcan estrías

Todo el mundo sabe que el aumento de peso es una causa común de la aparición de estrías, pero ¿Sabías que hacer dieta y perder peso también pueden causar estrías? Estas estrías suelen ser causadas por cambios rápidos en la forma de la piel y el estiramiento que esta sufre.

Si tu plan de dieta y pérdida de peso resultan exitosas, querrás sentirte orgulloso de tu nueva apariencia. Esto puede cambar para ciertas personas, ya que para algunos las cicatrices de las estrías pueden dañar su confianza y hacer que puedan llegar a sentirse inseguros. Si este es tu caso o simplemente quieres que tu cuerpo luzca de la mejor manera posible, hoy en Ekilib te traemos 4 consejos.

 

Bajar de peso lentamente

Resulta muy tentador perder la mayor cantidad de peso en el menor tiempo posible, pero debes saber que la pérdida drástica de peso aumenta la probabilidad de que aparezcan estrías. Además, la rápida pérdida de peso generalmente se consigue mediante dietas o planes que no son sostenibles en el largo plazo. Por esta misma razón, siempre es conveniente un plan que te permita perder peso de manera gradual a lo largo del tiempo.

Incluye ejercicios de estiramientos en tu rutina

El estiramiento mejora la circulación y la elasticidad de la piel, manteniéndola más suave y menos propensa a la formación de estrías. Por eso te recomendamos que estires antes y después de cada entrenamiento, enfocándote sobre todo en las partes del cuerpo que son más propensas a la aparición de estrías.

¿Cuáles son las zonas más propensas a la aparición de estrías?

En general, las estrías pueden aparecer en cualquier lugar donde se pueda almacenar grasa, dejando marcar en el cuerpo. Aunque existen ciertas zonas en las que la probabilidad es mayor, como son:

  • Hombros y brazos
  • Zona abdominal y caderas
  • Pecho y senos
  • Nalgas
  • Muslos

 

Come alimentos ricos en vitaminas

Hace semanas ya te explicábamos por qué son importantes las vitaminas. Además, resulta especialmente importante comer alimentos ricos en vitaminas y nutrientes para promover la producción de colágeno, que ayuda a prevenir la aparición de estrías. Los alimentos que contienen vitaminas E, A, C, Zinc y el omega-3 tienen que estar sí o sí en tu plan de dieta.

 

Mantente hidratado

Mantenerte hidratado las 24 horas del día es una de las mejores cosas que puedes hacer para que su piel se mantenga saludable y suave a la vez. La piel suave no desarrolla estrías tan fácilmente como lo haría la piel seca, que es más propensa a quebrarse y formas cicatrices. Para ello, se recomienda beber una media de 3 litros de agua al día.

Por otra parte, deberás mantener tu piel hidratada pero no tan solo con la ingesta de agua. La aplicación cremas o aceites para la prevención de estrías, harán que tu piel se mantenga hidratada para reducir la probabilidad de que estas aparezcan.

 

Ahora que ya conoces estos consejos de la mano de Ekilib, aplícalos en tu día a día y no dejes que las estrías se interpongan en tu nueva confianza en ti mismo.

Enfermedad celíaca, intolerancia al trigo y sensibilidad al gluten: ¿En qué se diferencian?

Enfermedad celíaca, intolerancia al trigo y sensibilidad al gluten

Es posible que más de una vez hayas escuchado que la enfermedad celíaca es lo mismo que la intolerancia o alergia al trigo. Un fallo muy común que cometen muchas personas y corresponde a un mito popular. Aunque la enfermedad celíaca puede parecer similar a la intolerancia al trigo debido a la necesidad de evitar ciertos alimentos, estas dos condiciones son completamente diferentes, con diferentes efectos y tratamientos para la salud.

¿Qué es el gluten?

El gluten es una proteína presente en varios cereales, especialmente en el trigo, la cebada, el centeno y sus derivados. Aunque a menudo se asocia solo con el trigo, el gluten es una combinación de dos proteínas: la glutenina y la gliadina. Cuando la harina de estos cereales se mezcla con agua, las proteínas del gluten se unen, creando una masa elástica y pegajosa que le da a los productos horneados su textura esponjosa y flexible.

Alimentos que contienen gluten

El gluten se encuentra en una amplia variedad de alimentos, especialmente aquellos que contienen trigo, cebada o centeno, tales como:

  • Pan, pasta, galletas, pasteles y otros productos de panadería
  • Cerveza y algunas bebidas alcohólicas
  • Salsas y aderezos comerciales, ya que a menudo se usa gluten como espesante
  • Embutidos y carnes procesadas, que a veces incluyen gluten como aglutinante
  • Alimentos rebozados o empanizados

¿Qué es la intolerancia al trigo?

La intolerancia al trigo es una reacción adversa del cuerpo hacia las proteínas presentes en el trigo, lo cual provoca una serie de síntomas gastrointestinales y otros problemas de salud en quienes la padecen. Aunque a menudo se confunde con la enfermedad celíaca o la alergia al trigo, la intolerancia al trigo es una condición distinta, ya que no involucra una respuesta inmunológica tan agresiva ni daña el intestino de la misma forma que la enfermedad celíaca.

¿Qué causa la intolerancia al trigo?

La intolerancia al trigo se produce cuando el sistema digestivo no puede procesar adecuadamente las proteínas del trigo, lo que genera molestias tras su consumo. Estas proteínas incluyen no solo el gluten, sino también otras proteínas como la gliadina, la glutenina, la albúmina y la globulina. En la intolerancia al trigo, el cuerpo reacciona de forma negativa hacia estos componentes, aunque no se trata de una reacción alérgica típica o de una enfermedad autoinmune.

Síntomas de la intolerancia al trigo

Las personas con intolerancia al trigo suelen experimentar síntomas que afectan principalmente el sistema digestivo, aunque también pueden presentar otros síntomas más generales. Los más comunes incluyen:

  • Problemas digestivos: hinchazón, gases, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento.
  • Cansancio y fatiga: muchas personas reportan sentirse fatigadas después de consumir trigo, lo cual afecta su energía y rendimiento diario.
  • Dolor de cabeza: algunos individuos experimentan dolores de cabeza recurrentes como reacción al consumo de trigo.
  • Dolores musculares y articulares: aunque es menos común, algunas personas con intolerancia al trigo pueden sufrir dolores musculares y articulares.
  • Irritación en la piel: en algunos casos, el consumo de trigo puede provocar erupciones o picazón en la piel.

A diferencia de la enfermedad celíaca, la intolerancia al trigo no provoca daño en el intestino delgado ni en otras partes del organismo, pero sus síntomas pueden ser molestos e interferir en la calidad de vida.

¿Qué es la enfermedad celiaca?

La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunológico reacciona de forma anormal al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. En las personas con esta enfermedad, el consumo de gluten desencadena una respuesta inmunitaria que provoca daños en el revestimiento del intestino delgado, impidiendo la correcta absorción de nutrientes. Este daño puede llevar a una serie de complicaciones de salud si no se diagnostica y trata adecuadamente.

¿Qué causa la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca tiene un componente genético y, aunque se desconoce la causa exacta, se sabe que ciertos factores genéticos y ambientales contribuyen a su desarrollo. Las personas con antecedentes familiares de esta enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla. Además, factores como infecciones intestinales, cirugía o estrés emocional intenso pueden desencadenar la aparición de la enfermedad en personas genéticamente predispuestas.

La enfermedad celíaca puede desarrollarse a cualquier edad y afecta tanto a niños como a adultos. Se estima que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial, aunque muchas personas no están diagnosticadas debido a que los síntomas pueden variar y ser confundidos con otras condiciones digestivas.

Síntomas de la enfermedad celíaca

Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden ser muy variados y van más allá de los problemas digestivos. Algunas personas presentan síntomas evidentes, mientras que otras pueden ser asintomáticas o experimentar síntomas más sutiles. Los síntomas comunes incluyen:

  • Síntomas gastrointestinales: hinchazón, diarrea crónica, dolor abdominal, estreñimiento, náuseas y vómitos.
  • Síntomas generales: fatiga extrema, debilidad, pérdida de peso inexplicada y anemia.
  • Problemas en la piel: en algunos casos, la enfermedad celíaca se manifiesta con dermatitis herpetiforme, una erupción cutánea con picazón y ampollas.
  • Problemas de crecimiento en niños: en niños, la enfermedad celíaca puede llevar a problemas de crecimiento y desarrollo, retraso en la pubertad y baja estatura.
  • Síntomas neurológicos y psicológicos: algunas personas experimentan depresión, ansiedad, neuropatía periférica (entumecimiento y hormigueo en extremidades) y «niebla mental» (dificultad para concentrarse y recordar).

Es importante destacar que algunas personas pueden no presentar síntomas digestivos, lo que puede dificultar el diagnóstico y llevar a que la enfermedad pase desapercibida durante mucho tiempo.

¿Qué es la sensibilidad no celíaca al gluten?

La sensibilidad no celíaca al gluten (SNCG) es una condición en la que las personas experimentan síntomas adversos al consumir gluten, a pesar de no tener enfermedad celíaca ni alergia al trigo. Aunque los síntomas son similares a los de la enfermedad celíaca, la SNCG no causa daño en el revestimiento del intestino ni genera una respuesta autoinmune. La SNCG es una condición reconocida relativamente reciente y su diagnóstico suele ser un proceso de exclusión.

¿Qué causa la sensibilidad no celíaca al gluten?

La causa exacta de la SNCG aún no se comprende completamente. Algunos investigadores creen que, además del gluten, otros compuestos presentes en el trigo, como los fructanos (un tipo de carbohidrato fermentable), podrían estar implicados en la sensibilidad. Los fructanos pueden causar síntomas digestivos en personas con sensibilidad, ya que pueden ser difíciles de digerir y causar fermentación en el intestino.

En personas con SNCG, el consumo de gluten provoca molestias, pero no activa una respuesta autoinmune ni alérgica, como ocurre en la enfermedad celíaca y en la alergia al trigo. Es posible que la SNCG esté relacionada con una hipersensibilidad a ciertos componentes del trigo o a factores individuales en la microbiota intestinal.

Síntomas de la sensibilidad no celíaca al gluten

Los síntomas de la SNCG son variados y suelen aparecer pocas horas o días después de consumir gluten. Estos síntomas pueden ser similares a los de la enfermedad celíaca, lo que hace que la SNCG se confunda con esta en ocasiones. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Problemas digestivos: hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento, dolor abdominal y náuseas.
  • Síntomas neurológicos y psicológicos: algunas personas experimentan “niebla mental” (dificultad para concentrarse o recordar), fatiga, dolores de cabeza y, en ocasiones, síntomas de ansiedad o depresión.
  • Dolores musculares y articulares: algunas personas reportan dolor muscular y articular, aunque no se trata de una inflamación directa.
  • Otros síntomas: cansancio extremo, cambios de humor y dificultad para dormir.

Diferencias entre enfermedad celíaca, alergia al trigo y sensibilidad al gluten

A continuación se detallan las principales diferencias entre la enfermedad celíaca, la alergia al trigo y la sensibilidad no celíaca al gluten, tres condiciones que se relacionan con el consumo de gluten y de productos de trigo pero que difieren en su origen, síntomas y tratamiento:

1. Enfermedad celíaca

  • Naturaleza: Es una enfermedad autoinmune. Cuando una persona con enfermedad celíaca consume gluten, su sistema inmunitario ataca el revestimiento del intestino delgado, dañando las vellosidades que permiten la absorción de nutrientes.
  • Síntomas: Incluyen problemas digestivos (hinchazón, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal), fatiga, pérdida de peso, anemia, problemas de crecimiento en niños, dermatitis herpetiforme (erupción cutánea), y, en algunos casos, síntomas neurológicos como depresión o ansiedad.
  • Diagnóstico: Se confirma a través de análisis de sangre (para detectar anticuerpos específicos) y una biopsia intestinal que muestra daño en las vellosidades del intestino delgado.
  • Tratamiento: Requiere una dieta estricta sin gluten de por vida. Incluso pequeñas cantidades de gluten pueden provocar daño intestinal y desencadenar síntomas.
  • Complicaciones: Si no se trata, puede llevar a complicaciones graves como osteoporosis, infertilidad, otros trastornos autoinmunes e incluso un mayor riesgo de linfoma y cáncer intestinal.

2. Alergia al trigo

  • Naturaleza: Es una reacción alérgica al trigo, mediada por el sistema inmunitario. No está limitada al gluten; puede ser una reacción a cualquier proteína del trigo.
  • Síntomas: Pueden incluir reacciones inmediatas como hinchazón en labios o lengua, dificultad para respirar, erupciones en la piel, dolores abdominales, vómitos y, en casos graves, anafilaxia (reacción alérgica severa que puede ser potencialmente mortal).
  • Diagnóstico: Se realiza mediante pruebas de alergia (como pruebas cutáneas o análisis de sangre para detectar IgE específica al trigo).
  • Tratamiento: La dieta excluye el trigo, pero no necesariamente el gluten de otros cereales (por ejemplo, centeno o cebada). Las personas con alergia al trigo pueden consumir alimentos con gluten, siempre que no contengan trigo.
  • Complicaciones: La exposición accidental al trigo puede ser peligrosa y, en casos severos, llevar a una reacción anafiláctica que requiere intervención médica inmediata.

3. Sensibilidad no celíaca al gluten (SNCG)

  • Naturaleza: Es una intolerancia al gluten sin daño autoinmune ni reacción alérgica. Su origen exacto no está completamente claro, y puede involucrar una respuesta digestiva o un efecto de ciertos componentes del trigo como los fructanos.
  • Síntomas: Similar a los de la enfermedad celíaca, como hinchazón, dolor abdominal, diarrea, fatiga y “niebla mental” (dificultad para concentrarse). Sin embargo, los síntomas son menos severos y no afectan el intestino delgado de la misma manera que en la celiaquía.
  • Diagnóstico: Se trata de un diagnóstico de exclusión, es decir, después de descartar enfermedad celíaca y alergia al trigo. Un médico puede sugerir una dieta de eliminación (evitar el gluten y reintroducirlo) para observar si los síntomas mejoran y reaparecen.
  • Tratamiento: La dieta puede ser menos estricta que en la celiaquía; algunas personas pueden tolerar pequeñas cantidades de gluten sin experimentar síntomas. Sin embargo, muchos optan por una dieta baja en gluten o libre de gluten para evitar molestias.
  • Complicaciones: No se asocia con daños intestinales a largo plazo, pero los síntomas pueden afectar la calidad de vida si no se maneja adecuadamente.
Característica Enfermedad celíaca Alergia al trigo Sensibilidad no celíaca al gluten
Naturaleza Autoinmune Alérgica Intolerancia
Proteínas implicadas Gluten Cualquier proteína del trigo Generalmente gluten
Daño en el intestino Sí, con daño en las vellosidades No No
Diagnóstico Análisis de sangre y biopsia Pruebas de alergia (IgE) Exclusión de otras condiciones
Tratamiento Dieta sin gluten estricta Dieta sin trigo Dieta sin gluten o baja en gluten
Síntomas principales Digestivos, anemia, fatiga, erupción Digestivos, respiratorios, anafilaxia Digestivos, fatiga, “niebla mental”
Complicaciones si no se trata Graves (osteoporosis, infertilidad) Riesgo de anafilaxia No hay complicaciones estructurales

Estas diferencias son importantes para un tratamiento adecuado y para entender las necesidades dietéticas de cada condición.

Si crees que padeces cualquiera de estas intolerancias, enfermedades o sensibilidades, tu primer destino es un médico especializado en ello. Una vez con el diagnóstico en mano, desde Ekilib podemos ayudarte a lidiar con cualquiera de tus intolerancias alimentarias.