Muchas veces pensamos que los problemas digestivos son “cosas normales” del día a día: sentirnos hinchados después de comer, tener gases con frecuencia o pasar por rachas de estreñimiento o diarrea. Sin embargo, detrás de esas molestias puede haber algo más profundo: un desequilibrio en la microbiota intestinal.
Como nutricionista especialista en enfermedades digestivas, veo a menudo cómo una microbiota alterada no solo afecta al aparato digestivo, sino también al sistema inmunitario, la piel e incluso al estado de ánimo. Por eso, identificar a tiempo las señales de alerta es fundamental para recuperar el equilibrio y volver a sentirnos bien.
En este artículo quiero contarte de manera clara y sencilla cuáles son las principales señales de que tu microbiota intestinal está desequilibrada, qué causas suelen provocarlo y, sobre todo, qué puedes hacer para mejorar tu salud intestinal y general.
¿Qué es la microbiota intestinal y por qué es importante cuidarla?
La microbiota intestinal es ese conjunto de billones de bacterias y microorganismos que habitan en nuestro sistema digestivo. Suena abrumador, pero lo cierto es que son nuestros aliados: ayudan a digerir los alimentos, producen vitaminas y fortalecen nuestras defensas. Cuando está equilibrada, nuestra salud se mantiene en armonía, pero si se altera, puede generar lo que conocemos como disbiosis intestinal.
¿Qué entendemos por “desequilibrio” o disbiosis?
Hablamos de microbiota desequilibrada cuando las bacterias beneficiosas pierden fuerza frente a microorganismos menos saludables. Este desajuste puede afectar no solo al aparato digestivo, sino también a la piel, el sistema inmunitario e incluso al estado de ánimo.
Señales digestivas claras de que tu microbiota intestinal está desequilibrada
Cuando mires hacia tu salud digestiva, piensa en ella como una especie de espejo de lo que está ocurriendo con tu microbiota intestinal. Si hay un desequilibrio o disbiosis, tu cuerpo suele dar avisos bastante evidentes:
- Hinchazón abdominal frecuente: Esa sensación de “tener un globo en el estómago” después de las comidas puede ser un signo de que las bacterias de tu intestino no están trabajando de manera adecuada. Muchas veces se debe a que fermentan en exceso ciertos alimentos, lo que genera gases.
- Exceso de gases: Todos producimos gases, pero si son continuos, dolorosos o con mal olor, es probable que exista una microbiota gastrointestinal desequilibrada.
- Digestiones pesadas o lentas: ¿Notas que cualquier comida te deja con el estómago cargado durante horas? Esto ocurre cuando el intestino no tiene suficientes bacterias beneficiosas para ayudar en la digestión y el vaciado gástrico.
- Estreñimiento: La falta de fibra en la dieta y una microbiota con poca diversidad bacteriana son una combinación perfecta para que aparezca el estreñimiento. Las bacterias “buenas” son claves para mantener un tránsito intestinal regular.
- Diarreas recurrentes: Por el contrario, una microbiota alterada también puede manifestarse en episodios de diarrea sin causa aparente. A veces es el resultado de haber tomado antibióticos o de haber sufrido una gastroenteritis que “barrió” las bacterias protectoras.
- Dolores o cólicos intestinales: Si sientes retortijones sin una causa clara, puede que tu microbiota esté inflamada y enviando señales de que necesita atención.
- Reflujo y acidez: Aunque muchas veces pensamos que son problemas únicamente del estómago, lo cierto es que una microbiota intestinal desequilibrada también puede favorecer estas molestias.
- Intolerancias o sensibilidad a ciertos alimentos: No siempre hablamos de alergias reales; muchas veces la disbiosis provoca que ciertos alimentos que antes tolerabas bien ahora te caigan mal, generando dolor, gases o diarrea.
En resumen: si tu día a día está marcado por molestias digestivas que se repiten (hinchazón, gases, estreñimiento, diarrea o dolor), es muy probable que la raíz esté en un desequilibrio de la microbiota intestinal.
Otros síntomas de desequilibrio en la microbiota intestinal
Lo más sorprendente de una microbiota intestinal desequilibrada es que sus efectos no se limitan al intestino. De hecho, cada vez hay más estudios que muestran cómo una disbiosis intestinal puede reflejarse en otras partes del cuerpo y en funciones que, a simple vista, no relacionaríamos con el sistema digestivo.
1. Fatiga y falta de energía
Si te levantas cansado incluso después de dormir bien, o si la sensación de agotamiento te acompaña durante el día, tu microbiota podría estar detrás de ello. Cuando está alterada, puede afectar a la absorción de nutrientes clave como hierro, magnesio o vitaminas del grupo B, esenciales para mantener la vitalidad.
2. Problemas de piel
Eccemas, acné, rosácea o psoriasis pueden tener relación con un intestino inflamado. Existe lo que llamamos el eje intestino-piel, y cuando hay desequilibrio en la microbiota intestinal, la piel suele ser una de las primeras en reflejarlo con irritaciones o brotes.
3. Sistema inmunitario debilitado
El 70% de nuestras defensas se encuentran en el intestino. Si la microbiota está debilitada, es habitual sufrir resfriados frecuentes, infecciones recurrentes o recuperarse con más lentitud de enfermedades comunes.
4. Dolores de cabeza y migrañas
Aunque todavía se investiga, hay evidencia de que una microbiota gastrointestinal desequilibrada puede influir en la frecuencia e intensidad de migrañas y dolores de cabeza, debido a la inflamación y la conexión con el sistema nervioso.
5. Cambios en el estado de ánimo
La microbiota intestinal está muy relacionada con la producción de neurotransmisores como la serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”. Cuando hay disbiosis, pueden aparecer ansiedad, irritabilidad o incluso síntomas depresivos. A este vínculo lo conocemos como eje intestino-cerebro.
6. Aumento o pérdida de peso inexplicables
Si notas que tu peso cambia sin razón aparente, podría deberse a que una microbiota desequilibrada altera el metabolismo y la forma en que tu cuerpo procesa los alimentos.
7. Dolores musculares y articulares
La inflamación intestinal crónica puede generar dolor difuso en músculos y articulaciones, lo que muchas veces se confunde con otras patologías.
En definitiva, cuando tu microbiota intestinal está desequilibrada, no solo afecta al aparato digestivo, sino que puede repercutir en todo tu organismo. Escuchar estas señales es clave para recuperar el equilibrio y prevenir problemas mayores.
Causas más comunes del desequilibrio de la microbiota intestinal
El desequilibrio de la microbiota intestinal, conocido como disbiosis intestinal, no aparece de un día para otro. Es la consecuencia de una combinación de factores que, poco a poco, van alterando la diversidad y la calidad de nuestras bacterias intestinales. Te cuento las causas más frecuentes que suelo ver en consulta:
1. Una alimentación pobre en fibra y rica en ultraprocesados
Nuestra microbiota se alimenta, sobre todo, de fibra. Cuando la dieta se basa en productos refinados, bollería, comida rápida y falta de frutas, verduras o legumbres, las bacterias “buenas” se debilitan.
2. Uso frecuente de antibióticos y otros medicamentos
Los antibióticos son necesarios en muchos casos, pero no distinguen entre bacterias buenas y malas, y pueden “arrasar” con parte de tu microbiota. Lo mismo ocurre con ciertos antiinflamatorios, protectores gástricos o laxantes si se usan de manera crónica.
3. Estrés continuado
El estrés crónico altera el eje intestino-cerebro y puede favorecer la inflamación intestinal. Es habitual que, en épocas de tensión, aumenten los síntomas digestivos como diarrea, estreñimiento o dolor abdominal.
4. Malos hábitos de sueño
Dormir poco o descansar mal también afecta al equilibrio intestinal. Durante la noche, el cuerpo realiza procesos de reparación que incluyen la regeneración de la microbiota.
5. Sedentarismo
Un estilo de vida inactivo reduce la movilidad intestinal y afecta al equilibrio bacteriano. El ejercicio regular favorece una microbiota más diversa y funcional.
6. Exceso de alcohol y tabaco
El alcohol irrita la mucosa intestinal y el tabaco altera la composición de la microbiota. Ambos favorecen la inflamación y aumentan el riesgo de disbiosis.
En resumen: lo que comemos, cómo vivimos y cómo gestionamos el estrés influyen directamente en nuestra microbiota gastrointestinal. Identificar estas causas y empezar a cambiarlas poco a poco es el primer paso para recuperar el equilibrio y sentirte mejor por dentro y por fuera.
¿Cuándo acudir con un especialista?
Si los síntomas son persistentes o afectan a tu calidad de vida, lo recomendable es acudir con un especialista microbiota. En Ekilib, clínica de nutrición y dietética en Ciudad Real, trabajamos contigo para enseñarte cómo mejorar la microbiota intestinal con pautas de alimentación y estilo de vida sostenibles, adaptadas a tus necesidades.
En consulta, ya sea presencial u online, podemos valorar tus hábitos, recomendar cambios específicos y, si es necesario, apoyarnos en un test de microbiota intestinal para entender mejor qué ocurre en tu organismo y diseñar un plan a medida. Recuerda: saber cómo cuidar la microbiota intestinal es una inversión directa en tu bienestar general.
Preguntas frecuentes
¿Qué alimentos ayudan a mejorar la microbiota intestinal?
Los alimentos ricos en fibra (frutas, verduras, legumbres y cereales integrales), junto con los que contienen prebióticos y probióticos. Ejemplos: plátano, espárragos, yogur, kéfir, chucrut o kombucha.
¿Qué es un test de microbiota intestinal?
Es una prueba que analiza la composición de las bacterias en tu intestino. Permite saber si hay disbiosis intestinal, qué bacterias predominan y qué cambios de alimentación o suplementos pueden ayudarte. En consulta lo usamos como guía para personalizar el tratamiento.
¿Los antibióticos siempre dañan la microbiota intestinal?
No siempre, pero su uso frecuente sí puede debilitarla. Por eso es importante acompañar el tratamiento con una buena alimentación y, en muchos casos, con probióticos naturales o suplementos bajo supervisión profesional.
¿Un nutricionista puede ayudarme a recuperar mi microbiota?
Sí. Un nutricionista especialista en enfermedades digestivas te ayuda a identificar las causas de tu desequilibrio intestinal y diseña un plan a medida para mejorar tu alimentación, introducir probióticos y prebióticos y cuidar tu estilo de vida.
¿Cuánto tiempo tarda en mejorar la microbiota intestinal?
No hay una respuesta única: depende de tu punto de partida, de los cambios que apliques y de la constancia. En general, con una buena estrategia, en pocas semanas se pueden notar mejoras digestivas y de energía.
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